sábado, 5 de mayo de 2012

FERIA DE ABRIL (SEVILLA)


Los orígenes de la Feria de Abril se encuentran en el 25 de agosto de 1846 cuando Narciso Bonaplata (catalán) y José María de Ybarra(vasco) redactaron una propuesta que llevaron al Cabildo Municipal pidiendo que le autorizaran durante los días 19, 20 y 21 de Abril para celebrar una feria anual, permiso que les fue concedido después de unos "tiras y aflojas" con el alcalde Conde de Montelirio, que pensaba que ya existían otras dos ferias muy próximas, la ganadera de Mairena del Alcor (cuya Feria es la más antigua de Andalucía, desde 1441, y primera en celebrarse, una semana antes que la de Sevilla), que velarían el éxito que prometían los dos organizadores. En marzo de 1847, la reina Isabel II concedió a Sevilla el privilegio de feria, celebrándose un mes más tarde la primera de la ciudad con la duración de los tres días expresados.
El Cabildo Municipal vio que la idea del vasco y el catalán era buena y además estaba secundada por numerosos ganaderos y agricultores. Ahí es cuando comienza la primera Feria de Abril sevillana.







  1. Durante años el recinto de la feria se conoció como "la Pasarela", debido a una estructura existente que era utilizada para cruzar la calle, hasta el año 1973 que fue preciso reubicar las casetas por las distintas demandas, de feriantes, organismos y público, el espacio se quedó pequeño y su lugar de asentamiento fue el barrio de Los Remedios, una zona casi rectangular con una medida de 1,5 km por 600 m, con nombre propio el "Real de la Feria", con calles que fueron bautizadas con nombres de toreros de todas las épocas, adornadas de farolillos de distintos colores que iluminan la oscuridad de la feria cuando cae la noche.
Los sevillanos que tienen casetas propias, (no todas las casetas son propiedad de sevillanos, muchas son gestionadas por empresas) hacen de la caseta un trozo más de su propia vivienda donde reciben a los distintos grupos de amigos, familiares, conocidos e invitados, todos tratados con la misma cordialidad en un ambiente amigable y de relajación, donde se les invita a probar los dispares alimentos y vinos de la región, al tiempo que existe un ambiente musical muy típico de la época como son las sevillanas y hay hasta quien se arranca a cantar y bailar bajo los sones de las distintas melodías ambientales.

Muchas de las casetas no permiten el acceso al interior si no es previa muestra de invitación o compañía de un socio de la caseta. A los visitantes de la feria que no tienen donde acudir se les invita a pasar por las casetas que tienen acceso libre, como son las múltiples casas regionales, los sindicatos y partidos políticos y los distritos de la ciudad. Para identificarlas se puede acudir a la caseta de información situada justo al lado de la portada donde se puede solicitar un plano de la Feria, con una relación detallada de las casetas existentes o la ubicación de una caseta en concreto.

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